Pentecostés, Buenos Aires 2024

 Hola queridos peregrinos!

Luego de más de 6 meses en Mar del Plata, preparando el encuentro de Pascuas 2024, y aguardando cierta "estabilidad" en la situación económica y social argentina, partimos en viaje con destino a Buenos Aires. Nuevamente, agradecidos a los hermanos Roberto y Génesis por abrirnos nuevamente las puertas de su casa y brindarnos todo lo que necesitamos y más para este nuevo paso por el Gran Buenos Aires.

 

Siempre es felicidad poder compartir con amigos y hermanos, y esta vez no fue la excepción. Compartimos momentos preciosos con Roberto y Daniel, pudimos grabar la publicidad para la fiesta de Cabañas 2024, charlar al respecto, y avanzar con los preparativos al respecto. 

Daniel, Roberto y Leandro

Pamela, Génesis y Marlise

El sábado 15 de Junio compartimos en casa de la hermana Gabriela el primer encuentro de Pentecostés del que tengo recuerdo en estos últimos años, y estuvo buenísimo dar este primer paso. Te dejo la lista de predicaciones por si no pudiste verlo:


Las fiestas siguen siendo todo un aprendizaje, y cada año hay un nuevo desafío. Este año nos hubiese encantado poder compartir también el domingo 16 con todos los hermanos, pero será para el próximo año, evento en el que ya venimos pensando al respecto acerca de lugares donde desconectarnos de las actividades diarias y conectarnos con Dios. Sin embargo, más que agradecidos con Dios por este tiempo de reunión junto a hermanos, donde siempre se ven milagros!


De todos modos, el domingo no pasó desapercibido. Un encuentro de los que no estaban planificados, pero que no dejan de sorprendernos y nuevamente gozarnos en la providencia de nuestro amoroso Padre. Agradecidos a Daniel y familia por el privilegio enorme de poder compartir juntos este momento tan especial, y poder disfrutar un tiempo de reunión en familia.

Luego, nuestra semana estuvo un tanto complicada en temas de salud, pero por la gracia de Dios recuperándonos. Es que fue una semana muy movida, y con cambios bruscos de temperatura. Aun así, nuestro Padre nos dio fuerzas para hacer algunas visitas que teníamos pendientes, en particular a nuestra querida hermana Ana. Oramos por los planes que Dios tiene para tu vida, y agradecidos por el hermoso momento que nos permitiste pasar en tu casa. Es siempre una bendición compartir este preciosa fe en el Padre y el Hijo. 

Y así se nos fueron volando dos semanas en Buenos Aires, esperando encontrarnos pronto, ya sea nuevamente allí o en Córdoba.

Hasta aquí el informe, gracias por acompañarnos en este viaje!

Saludos en Cristo para todos,

Leandro y Pamela.






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